Dos extensas jornadas pasaron en el arranque del juicio contra Lautaro Teruel y dos de sus amigos, Silvio Rodríguez e Isaac Farías, el primero acusado en dos causas diferentes por abuso sexual contra menores, los segundos llegaron coimputados también por abuso sexual. Una de las víctimas, I.J.A., comenzó a declarar el lunes pero se descompensó y pasaron el testimonio para la jornada de ayer, donde tras más de cuatro horas estuvo frente al tribunal colegiado.
La primera supuesta víctima del hijo del nochero, I.F.A., actualmente de 19 años, retomó ayer sus declaraciones tras descompensarse el lunes. Antes de pasar al salón pidió hacerlo sin la presencia de los imputados. Contó luego que el día que se reunió con Lautaro Teruel en el Monumento a Güemes, lo hizo para reunir una prueba y poder denunciarlo. Acerca del momento en que grabó a su supuesto abusador, la joven afirmó que tenía mucho temor a ser descubierta. Frente a la consulta del abogado defensor de Teruel, el doctor Juan Casabella Dávalos, sobre las edades que se escuchan en los audios, Lautaro dice tener 16 y en consecuencia ella 6 o 7, la víctima dijo que le siguió la corriente porque no lo quería contradecir.
Acerca de los abusos la joven manifestó que comenzaron cuando ella iba a cumplir 10 años, estaba por comenzar 5º grado. Señaló que los ultrajes continuaron hasta cumplir los 13 años, cuando estaba en 7º grado. A partir de los abusos, contó la testificante, comenzó con problemas de conducta y tener problemas socialmente. A partir de los diez años comenzó a autolesionarse cortándose brazos y piernas. Un maestro que le vio las cicatrices le avisó a la directora y la derivaron con una psicóloga o psicopedagoga que tenía la institución. Dijo haber tenido intentos de suicidio a través de cortes profundos en los brazos y la ingesta de pastillas.
La víctima describió luego cómo ocurrían los supuestos abusos, cuando el imputado la llevaba a un baño de su casa y la obligaba a realizarle sexo oral. Dijo que cuando se negaba a acompañarlo, él cambiaba el tono de voz y eso le daba miedo. A veces la agarraba del brazo y la hacía arrodillarse. Otras veces la amenazaba con pegarle. La damnificada refirió que las imágenes de esos momentos le llegan a la memoria mezcladas, pero sí recuerda que ella lloraba.
En el juicio se ventilan dos casos. Una de las denuncias fue radicada por la madre de I. J. A., la menor que declaró durante la audiencia de ayer, el 13 de marzo de 2019. Los abusos habrían tenido lugar en la casa del imputado Lautaro Teruel. La segunda causa se inició por una denuncia radicada el 24 de mayo de 2019. La víctima dijo que el hecho tuvo lugar en enero o febrero de 2014, también en el inmueble de Teruel.
Por otro lado, Mario Teruel echó culpas a los medios. “Hoy no vi que reflejaran todo lo ocurrido ayer con la madre de la denunciante, quien incurrió en falso testimonio”. Se refirió al momento en que el defensor de su hijo le preguntó a la mujer si alguna vez pidió plata a los Teruel, y ella dijo que no. Solicitaron que se reproduzcan los audios entre la mujer y su hija. La mujer sostuvo que fueron conversaciones hipotéticas y nunca pidieron nada.