El fiscal de la ciudad cordobesa de Río Tercero, Alejandro Carballo, imputó y llevó a juicio a un hombre de 72 años tras una investigación que reunió pruebas y testimonios de una decena de víctimas que vivieron una pesadilla durante más de 10 años. Se lo acusa de abusar de una de sus hijas y de al menos otras nueve niñas.
La verdad salió a la luz una década después cuando todas las víctimas ya tenían más de 18 años. El hombre está imputado por los delitos de abuso sexual continuado y agravado por la calidad de cuidador, abuso ultrajante agravado de guardador reiterado y tentativa de violación.
na de sus dos hijas fue víctima, acusada por la que muchas de sus amigas y compañeras que también sufrieron el horror no se animaron a denunciar antes los abusos. Recién cuando cumplieron la mayoría de edad realizaron la denuncia ante los Tribunales de Río Tercero.
El acusado presuntamente abusaba de las amigas de su hija cuando la visitaban en su casa. Las niñas se quedaban a dormir y el hombre aprovechaba la situación para violarlas, según contaron las víctimas en Cámara Gesell. Algunas de las víctimas decidió hacer público su caso en las redes sociales y a partir de las publicaciones hubo otras mujeres que se animaron a denunciarlo.
Los investigadores empezaron a seguir pistas de otras víctimas que aún no acudieron a la Policía ni a la Justicia.
El hombre goza de la prisión domiciliaria desde noviembre de 2020. No tiene antecedentes penales, ni denuncias vinculadas a este tipo de delitos. En la pericia psiquiátrica consta que no padece alteraciones psicopatológicas ni ningún atenuante.