Por primera vez en doce meses, el consumo de carne vacuna superó los 50 kg por habitante por año. Según las estadísticas del Ministerio de Agricultura, en junio los argentinos consumieron en promedio 53,7Kg, lo que representó además un crecimiento del 56,5% respecto de abril pasado cuando el guarismo se ubicó en apenas 34,3 kg.
Un dato llamativo es que justamente junio fue el primer mes entero en donde rigieron las limitaciones en las exportaciones del producto. Se espera que este fenómeno también se haya consolidado en julio ya que, en ese mes, según las estadísticas del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) los precios en carnicerías y supermercados descendieron alrededor del 1%.
Qué es el Plan Ganadero
El diagnóstico oficial sobre la producción cárnica en el país muestra un reacomodamiento del sector que va a en desmedro del mercado interno. Mientras la producción y el consumo en el país decreció en los últimos años, la exportación de los saldos se dispara y presiona sobre los precios internos (provocando un cuello de botella en la oferta), deteriorando aún más la demanda interna. El 75 por ciento de la venta minorista de carne en la Argentina se realiza en carnicerías, mientras que la distribución de la faena se hace en un 60 por ciento en medias reses.
A partir del año próximo se implementará el troceo de la res en piezas que no podrán exceder los 32 kilos como paso necesario hacia una distribución por cortes a las carnicerías, en vistas de mejorar la transparencia, optimizar los cortes y mejorar la protección de los consumidores. La otra pata de la medida para incrementar la oferta proviene de un esperado aumento en el peso del ganado para faena, lo que permitiría casi duplicar la disponibilidad tanto para el mercado interno como para la exportación.
El programa permitiría "ordenar la relación entre mercado interno y externo, atendiendo las particularidades de cada región para el desarrollo de la ganadería bovina". Para ello, el programa se trabajará con las provincias, agrupados por regiones.