Alrededor de 700.000 personas podrían morir por COVID-19 de aquí a la primavera boreal en Europa si se mantiene la actual tendencia de contagios, alertó este martes la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los pronósticos de la OMS apuntan a que 25 países de la región europea -que incluye a 53 de este continente y Asia Central- se arriesgan a sufrir falta de camas en hospitales y que 49 alcanzarían una situación de estrés alto o extremo en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de ahora a marzo.
“Para vivir con este virus y seguir con nuestra vida diaria necesitamos un enfoque que exceda a la vacuna. Eso significa recibir las dosis estándar y una de refuerzo si es ofrecida, pero también incorporar medidas preventivas en nuestras rutinas”, señaló en un comunicado el director de OMS-Europa, Hans Kluge.
Entre ellas menciona el uso de mascarillas en interiores, la higiene de manos, ventilación de espacios, mantener la distancia o toser en el codo, lo que ayudaría a “evitar una tragedia innecesaria y pérdida de vidas”, además de limitar los trastornos en la sociedad.
La OMS aboga también por combinar esas medidas con intervenciones de salud pública como la implantación del pasaporte COVID, el aislamiento de quienes tienen síntomas, los test, el rastreo y las cuarentenas.
De acuerdo con el Instituto para indicadores de salud y evaluación, encargado de elaborar modelos para la OMS, el COVID-19 es ahora mismo la principal causa de muerte en la región europea.
La alta transmisión de coronavirus obedece a varios factores: el dominio de la variante Delta, el levantamiento de restricciones, la bajada de temperaturas y el consiguiente aumento de reuniones en interiores, y el gran número de personas aún no vacunadas.