El 10 de agosto de 1912, el presidente de la Nación, Dr. Roque Saénz Peña, firma el decreto de creación de la ¨Escuela de Aerostación y Aviación Militar¨, en una época en que el empleo estratégico del avión con fines militares en la resolución de conflictos se encontraba lejos de ser una realidad en el escenario de la hegemonía mundial.
En Argentina, la aparición de la primera entidad integradora del conocimiento y empleo de la aviación militar, fuera del ámbito de lo deportivo o de recreación, marca el inicio de la aviación militar argentina. El lugar donde habría de instalarse el nuevo Instituto de Formación era un terreno perteneciente al Segundo Grupo de Artillería a Caballo, ubicado en El Palomar (provincia de Buenos Aires), cedido para el nuevo emprendimiento.
El parque aéreo se fue completando con las generosas donaciones realizadas por la ciudadanía argentina: suscripción pública, funciones benéficas de teatro, festivales aéreos en Villa Lugano, concursos de dibujos alusivos, emisión y venta de un millón y medio de tarjetas postales- a un costo de veinte centavos cada una- y regalos desde los más diversos lugares. Todo esto sirvió para comprar tres aviones y pagar tres meses de sueldo para el piloto instructor, saldo que ayuda a abonar una empresa tabacalera de la época, como todo el parque aerostático del Aero Club Argentino.
Durante sus primeros treinta años de vida, la Escuela de Aviación Militar enfrentó diversas transformaciones en sus lineamientos administrativos y orgánicos, cambiando incluso de nombre, si bien nunca se modificó la designación oficial del decreto presidencial de 1912.
Sin embargo, todos estos cambios no afectaron el crecimiento exponencial que tuvo en este período de tiempo, gracias al impulso que los precursores y beneméritos de la aeronáutica argentina supieron imprimirle en cuanto a la profesionalización de la carrera de aviador militar y a la incorporación de las capacidades técnicas y medios necesarios para la formación y adiestramiento de los futuros pilotos militares del país, quienes se convirtieron en protagonistas de grandes hitos en la historia de la aeronavegación nacional y del mundo.