Miguel Ángel Russo quería seguir, resistía con el convencimiento de que podía dar vuelta la historia, con el objetivo de la Copa Argentina. Pero los diez partidos seguidos sin ganar y el equipo sin rumbo lo sentenciaron. Y el Consejo de Fútbol, con Riquelme a la cabeza, tomó la decisión de que no va más como entrenador de Boca.
A Boca se le fueron muchos jugadores, llegaron otros este semestre, pero ninguna figura sobresaliente. Russo, como a lo largo de todo el ciclo, no encontró un rumbo, una identidad, un equipo, el que había aparecido en el primer semestre de 2020, cuando fue campeón ganando muchos partidos y le sacó el título a River.
Ni el triunfo por penales contra River, por Copa Argentina, le dio aire a Russo: al siguiente partido empató de local con Argentinos Jrs. y el domingo perdió contra Estudiantes, en ambos partidos jugando muy mal.
Claro que el adiós de Russo no implica que los problemas se terminen. Porque se sabe, se huele, un descontento grande de los hinchas incluso con el Consejo por el plantel que se armó y por otras decisiones.
Así arranca Boca hoy una semana futbolera sin fútbol. Sin el DT muy querido, que alguna vez le dio una Libertadores y se suma uno de la casa, el que supo jugar con Juan Román y todos quienes hoy están en el Consejo, Sebastián Battaglia el jugador más ganador del club se hará cargo de Boca por lo menos hasta diciembre.
