Rafael Nadal venció a Daniil Medvedev en parciales de 2-6, 6-7 (5-7), 6-4, 6-4 y 7-5 en la final del Abierto de Australia en un partido de casi 6 horas y se consagró por vigésimo primera vez como campeón en torneos de Grand Slam, superando a Roger Federer y Novak Djokovic.
Una final a la que los adjetivos le quedan chicos. Épica, es lo más cerca que el idioma nos deja estar de lo que sucedió en la noche australiana en Melbourne Park para la consagración de Rafael Nadal cómo el máximo ganador de la historia en títulos Grand Slam con 21.
Sin embargo el partido empezó de manera desfavorable para el español. Medvedev, número 2 del mundo, empezó con todo y se llevó el primer ser por 6-2. En el segundo Nadal logró emparejar el parcial pero en el tie break el ruso se quedó con el segundo y parecía que se le abría el camino hacía el puesto número 1 por la baja de Novak Djokovic del torneo.
Pero la tenacidad, fortaleza física y mental de Nadal hicieron de esta final algo histórico. Logró levantar dos sets abajo y empatar el partido gracias a corregir sus tiros y quebrarle el saque dos veces a Medvedev. El ruso no se dio por vencido ya que en el quinto set y definivo dio pelea para lograr torcer la historia. Le quebró el saque cuando Nadal sacaba para partido y estiraba la definición. Pero Nadal logró mantenerse firme para revertir ese quiebre y quedarse con la final del Abierto de Australia mostrando un nivel fantástico a sus 35 años de edad.