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Bajar subsidios, uno de los desafíos que juega un rol central en la negociación con el FMI

El Gobierno buscará recortarlos de cara al 2022, lo que provocará subas de tarifas y mayor mal humor social, sobre todo en sectores de la clase media, advierten analistas.

Bajar subsidios, uno de los desafíos que juega un rol central en la negociación con el FMI

Para evitar una escalada aún mayor del costo de vida, que se aceleró por encima del 50% anual, el Gobierno debió mantener congeladas las tarifas este año, por lo que el gasto en subsidios terminará el 2021 en el mayor nivel de los últimos cinco años.

 

Los subsidios en distintos servicios públicos representarán este año el equivalente al 3,1% del Producto Bruto.

 

Así, este año subirán alrededor del 0,6% del PIB respecto de 2020, de acuerdo con un informe de la consultora Ecolatina.

 

La reducción de subsidios es uno de los temas centrales que se discute con el FMI, para cerrar un acuerdo de reprogramación de deuda.

 

«Con las tarifas operando como ancla nominal, el gasto en subsidios aumentaría en 0,6% del PBI respecto del 2020, alcanzando el mayor nivel de los últimos 5 años (3,1% del PBI)», sostiene el trabajo de Ecolatina.

 

A esto se suma que en 2020 el déficit primario del Sector Público Nacional No Financiero (SPNF) alcanzó el 6,4% del Producto Bruto, el nivel más elevado de los últimos 37 años.

 

Ecolatina señala que eso obedeció a «factores puntuales derivados del impacto de la pandemia».

 

«Considerando la masiva respuesta del Estado para compensar los ingresos de los hogares, mantener el capital de trabajo de las empresas y fortalecer el sistema sanitario, era esperable un deterioro pronunciado de las cuentas fiscales», indicó.

 

Cómo cerrarán las cuentas este año

 

Para este año se espera que el desequilibrio de las cuentas públicas se ubique en un 2,3% del Producto Bruto.

 

Guzmán podrá exhibir ante el Fondo Monetario que se mejoró en 4,1 puntos el rojo fiscal respecto de 2020.

 

Pero analistas advierten que este resultado contabiliza el ingreso extraordinario de Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI por el equivalente al 0,9% del PBI.

 

De esta forma, el déficit fiscal sería equivalente al 3,3% del Producto Bruto, con una mejora respecto de 2020 de 3,1 puntos.

 

Una de las contribuciones claves para lograrlo fue el fin de los dos principales programas desplegados durante la pandemia (IFE y ATP), y la reducción en transferencias a las Provincias (también fuertemente asistidas en el mismo contexto), consigna el estudio.

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