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28 de Julio: Día Mundial contra la Hepatitis.

Cada 28 de julio de cada año se conmemora en todo el mundo el Día Mundial contra la Hepatitis cuyo objetivo es fomentar la sensibilización y la comprensión de las hepatitis virales.

Hoy se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis
Hoy se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis

Nos encontramos cursando un momento particularmente díficil por causa de la pandemia por Covid-19, lo que genera una afectación grave en todos los sistemas sanitarios del mundo. Asimismo, no debemos olvidar que aún existen más de 300.000 millones de personas en el mundo infectadas con virus de las hepatitis y que aguardan oportunidad de acceso al diagnóstico y tratamiento. La erradicación de las hepatitis virales constituye un punto prioritario en la  salud pública de todos los países.

Esta fecha de conmemoración se fijó en honor al descubridor del virus de la hepatitis B, Profesor Baruch Samuel Blumberg, quien nació el 28 de julio de 1925 y fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina en el año 1976

La importancia de celebrar cada año este día, radica en  concientizar, difundir y educar a la población sobre la problemática de las hepatitis virales y las enfermedades que estas provocan. Es importante saber que si bien en algunos casos las hepatitis causan cuadros banales, en muchos otros provocan insuficiencia hepática grave, cuadros agudos y crónicos, cirrosis y cáncer de higado.

En el mundo hay millones de personas que se encuentran subdiagnosticadas, es decir que no saben que están infectadas por un virus de hepatitis, porque en muchos casos estas infecciones no tienen síntomas. Por lo tanto, es vital que la comunidad general  conozca las vías de trasmisión, se fortalezcan  medidas de prevención y detección de las hepatitis.

Cuando hablamos de hepatitis nos referimos a una inflamación del hígado que puede estar causada por uno de 5 virus específicos causales de hepatitis: A-B-C-D y E. Todos ellos pueden producir hepatitis aguda. Sólo tres (B, C y D) pueden evolucionar a hepatitis crónica y sus consecuencias son la cirrosis y el carcinoma hepatocelular.

La hepatitis A y E son causadas, generalmente, por la ingestión de agua o alimentos contaminados.  La hepatitis B, C y D, se produce normalmente por el contacto con fluidos corporales infectados. Las formas más comunes de transmisión de estos últimos virus son la transfusión de sangre o productos sanguíneos contaminados, los procedimientos médicos invasivos en los que usa equipo contaminado y, en el caso de la hepatitis B, la transmisión de la madre al bebé en el parto.

Las hepatitis A y B pueden prevenirse gracias a la existencia de vacunas seguras e inmunogénicas, que se encuentran incorporadas al Calendario Nacional de Inmunizaciones. La hepatitis C no cuenta con una vacuna por el momento. Por eso es importante en los casos en que exista riesgo de infección, realizar los test sanguíneos correspondientes para detectarla y comenzar tratamiento.

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